Está amaneciendo y las siluetas de las montañas de este lugar se dejan ver sin timidez.
Imagino mi pasado dando gracias porque nuevamente les bendice la vida.Imagino mi pueblo,
dispuestos todos organizadamente, a vivir el nuevo día.
Comienza a verse su color a lo lejos, ese color tan sagrado que fue para ellos y que lo es ahora para mi y para algunos más.Puedes quedar extasiada imaginando aquel pueblo bendecido cada mañana por el color de su madre.
Cada vez hay más luz , esa que te regresa al presente donde ahora eres tú quien siente que estás acompañada y bendecida por Ellos y por la madre.
Me siento dichosa.
Me siento dichosa.
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